jueves, 2 de julio de 2015

Chaos Before Gea vuelven a sorprendernos con su nuevo trabajo Khâron




“Durante 9 días y 9 noches, el alma de un joven cae como un yunque desde el cielo, y atraviesa la tierra hasta su punto más profundo. Al despertar, descubre horrorizado que su cuerpo quedó atrás en el horrible incendio que le dio muerte.
El cielo parece una cúpula de roca, y la tierra, un gran manto de ceniza. Ante sí, una extensión de agua infinita, y a lo lejos, una figura que se acerca navegando sobre los condenados que no consiguieron llegar al otro lado. Es entonces cuando toma conciencia de dónde está, y quién es el que sale a su encuentro.
Toda alma tiene que pagar un precio por cruzar, pero esta vez, el barquero no vacila y lo invita a subir. Tiene órdenes precisas: llevar al joven ante su padre, el mismísimo dios que selló su destino, y aguarda en lo más profundo del infierno”.


Hacía bastante que no escribía reseñas, y qué mejor manera de volver a hacerlo que presentándoos y recomendándoos el Khâron de Chaos Before Gea. Tranquilos: a pesar de ser historiadora, no me voy a centrar en los temas que rodean al grupo y su obra, pero si os invito a sentaros, con un buen trago de vuestra bebida favorita, a darle al play y a viajar durante unos 40 minutos junto a los malagueños Chaos Before Gea.






Grabado, mezclado y masterizado en Wave Nation Studio (Ronda, España) por Jose María Tornay.







Con Erebo pudimos comprobar que Chaos Before Gea se inspira en la mitología clásica (María, no des la chapa, shhh), fórmula que repiten con esta segunda “parte”, Khâron, pero, considero, superando a su primer trabajo.



Veamos, capítulo a capítulo, qué encontramos en esta obra.


El disco abre con In Death, no te despistes: aunque empieza suave a ritmo de arpegios, no será la tónica de este cd, enseguida empieza la caña burra. Un tema melódico en donde la voz principal de Ismael entra fuerte demostrando lo que vale, con cambios bien compaginados: desde tonos más limpios a fuertes guturales, los cuales compartirán escenario con una apisonadora musical que hará que el tema vaya de menos a más, alcanzando un clímax que te anuncia lo que te espera ahora. Aquí ya podemos adelantar que las letras, melodías y voces no son las típicas que nos podemos encontrar en las listas de reproducción, sino que son MUY personales. La introducción de teclados ha sido una genial apuesta, que ayuda a ambientar mejor, si cabe, este trabajo.



In death we miss the moments that when we're alive make us want to die.



Siguiente, Moaning in Agony. Boom, directo. Enganchada al riff que se repite en el tema que estoy, oiga. Lo mejorcito de este segundo corte es el estribillo: un puñetazo directo a tus oídos y una muestra de toda la capacidad técnica y la compenetración de esta banda, con mayor crudeza y distorsión, sin perder trazas progresivas. Destaco las sutiles melodías que suelen aparecer en determinados momentos, que sin robar protagonismo a las voces, no dejan de sorprender. Y el break en su momento justo demostrando las raíces andaluzas (que para alguien como yo que se ha formado en este estilo musical significa un guiño muy importante): no es puramente explícito, pero eso nos indica más la formación de estos músicos, capaz de evocar ese estilo con tonos y acordes bien utilizados, escalas particulares y ritmos al uso. No pierdas ni un momento la percusión de David, todo clavado, aportando potencia.



ABANDON ALL HOPE WHO ENTER HERE!



Tercer tema, el que da título al disco. Poco que decir a la batería y a las cuerdas que van entrando al ritmo. Hoy reconozco que tengo un día de mierda y me encuentro fatal, pero ha sido darle al play, y automáticamente no poder parar de mover los pies al ritmo. Las voces limpias me llevan totalmente a su Erebo, ¿no te recuerdan a ningún tema de ese disco? Sube el volumen a partir del minuto 4, un rompecuellos en directo, quizás no quiera tanto volver a verles, jejej. Excelente la introducción de orquestación al final de la canción... y la calma antes de The Voice.



Murderers, suicidals, rapist and traitors of all kind are delivered to their corresponding executioner.






Aquí las cuerdas de Adrián y David son desgarradoras, y el bajo de Damián, que tendrá un fuerte protagonismo, crearán las notas claves para un mosh y headbang. La cadencia de la voz de Ismael en el estribillo es uno de los puntos que harán más pegadiza a la canción.



Balance must be restores. Man has being designed to inhabit the earth.

El ecuador de este trabajo; sigue Time Stans Still. Atento a la voz narrada que inicia el tema, que de nuevo encuentro evocador a su Erebo, tanto que ciertas cadencias me llevan a varios de sus temas anteriores. Enseguida entraremos en una espiral musical excelentemente elaborada. Aquí el trabajo lírico es de lo mejor de este trabajo, la gran variedad de tonos y rangos son de matrícula. Minuto 3:30: abre bien los oídos y... déjate llevar.



I realize that everybody lose his courage (even the bravest men).



A New Mankind es la sexta, una canción con toques power sin dejar de lado la brutalidad del death. Considero que es el tema apropiado para captar nuevos seguidores o para atraer a aquellos más reacios al género.



Nothing will ever be the same...



Se va acabando Khâron, pero aún nos quedan dos temas. 

March Forth: verdaderamente comienza como tal. No he podido evitar prestar atención al trabajo de percusión en los platos, diferente, que pocos saben introducir a tiempo en la obra, como es el caso. A mi, a pesar de la temática, musicalmente me ha llevado a la música nórdica y germana que escucho normalmente (y ya sabéis de qué pie cojeo), ¿a ti qué te parece?



Neither do we ask for mercy. We are just silent spectators.



Finalmente llega Red Light, seguro que ya la conocéis. El mejor tema con el que Chaos Before Gea podían terminar este trabajo. Cuando llegué al 00:45 de esta canción dije: “qué cabrones... QUÉ CABRONES”. ¿Que por qué? Ponte el volumen al máximo y disfruta como un enano de lo que esta gente se ha sacado de la manga. Es que no os la puedo describir, una máxima recomendación.

AS BEAUTIFUL IT COULD BE / ALL THE PRIDE WE COULD FEEL
SOON TURNS INTO HORROR, SOON TURNS INTO HORROR
WE SHOULD HAVE NEVER USED OUR POWER TO CHANGE CREATION
AS CHAOS WOULD ALWAYS REESTABLISH THE EQUILIBRIUM



Con Khâron estamos ante un disco que combina el death, lo progresivo y lo melódico de una manera excepcional. Es evidente la capacidad técnica de Chaos Before Gea, pero no te vas a encontrar tópicos o convenciones propios del género: nada de partes, nada de acuerdos, cada canción presenta combinaciones nuevas, no te vas a esperar nada; destruyen y reconstruyen géneros para adaptarlos a su base, exprimiéndolo al máximo para demostrar de qué están hechos y destacar. Y sobre todo, esta mecánica es la que acompaña a los capítulos de esta historia.

Un grupo no es sólo capacidad técnica, es inteligencia. Y aquí está MUY BIEN APROVECHADA.



Quiero hacer una mención a Ismael, vocalista principal del grupo, y al trabajo y esfuerzo volcado para alcanzar ese amplio registro vocal que enseña en este disco; la encuentro mejor trabajada (¡si cabe!). Eh, sin olvidar la excelente labor de los coros o voces de apoyo, obviamente, que además de dicho apoyo (valga la redundancia), otorgan más fuerza y ambientación.



Creo más que acertada (y necesaria, si se me permite dejar la objetividad de lado) la apuesta por los teclados, la orquestación y la utilización de sound fx en esta composición, lo que aporta más personalidad al grupo y que evita encasillar al grupo en uno u otro estilo.



Una nota a destacar, los cambios de ritmo. Y en los momentos más suaves o en un break, siempre hay melodías, pequeños riffs o compases, que sin robar protagonismo a la potente voz, son una jodida delicia musical. No te esperes nada, porque no acertarás. Ahora la batería de David, luego las guitarras de Adrián y David que marcan los cambios manteniendo la fuerza y potencia, el bajo de Damián no pierde el paso y engrana todo el mecanismo, la orquestación de Jose María que evoca, subraya y potencia las partes...

Los instrumentos (incluyo la voz y coros) se van turnando el protagonismo y compartiendo escenario, potenciando la idea conceptual que presentan.



Madurez, técnica, pasión.



Y ya no sólo en lo musical. El disco se presenta en una jewell case con un artwork obra de Alejandro Olmedo Nieto (alex_olmedo.artstation.com) que es precioso. Con ese aspecto oscuro, que tan bien refleja “de qué va” todo esto. Además, el grupo presenta logo renovado, para mi acertado (aunque no mentiré: echo de menos el estilo griego anterior), que le da fuerza y lo acerca a los estilos que vemos habitualmente en las redes y carteles, obra de Alberto S. Sánchez Cisneros (asscmotion.com).



Ya he dicho que no quiero hablar de la historia, de qué nos están contando (eso se lo dejamos a ellos, atentos a la entrevista que próximamente publicaremos para enteraros). Algo que enlazo a una manía mía: cógete las letras, presta un poquitín de atención, y serás el protagonista de este álbum. Os comento que las letras están en inglés, y que quizás, en las partes más guturales, tendréis que prestadle mucha más atención, porque costará un poco más entender con claridad qué se dice en esas partes. Pero eh, sarna con gusto...





Todo encaja como un mecanismo perfectamente engranado. Han conseguido diferenciarse y ocupar el hueco que tanto se merecen dentro de la escena, ya no andaluza, si no nacional (y seguramente, en poco tiempo, europea). Chaos Before Gea han creado su propia seña de identidad, los hace diferentes, no suenan como nadie y hará, auguro, que dentro de muy poquito despeguen (más).



Cuando salió el disco yo estaba trabajando fuera de casa, y Mario tenía la copia (por cierto, ante esto, gracias a Chaos Before Gea como a Blood Fire Death, detalles así son a tener en cuenta)... Definitivamente, la espera valió mucho la pena.



Después de haberles visto en directo y con su Erebo (y de compartir palabras con ellos, geniales personas que no dudaron en dedicarnos unos minutos), tengo claro que el Khâron, por muy bien que suene en los altavoces, no tendrá punto de comparación a escucharlo sobre un escenario y disfrutarlo desde el foso.



Y sin duda, este es uno de los discos del 2015... Miedo me da lo que nos puedan presentar en su tercer trabajo...

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