Tras quince años de silencio, y varios intentos de volver a la escena con nuevo nombre y estilo, el hardcore-punk de KDK volvió a hacer sonar sus instrumentos de sonidos abanderados de la lucha social y el inconformismo. Aprovecharon la ocasión para presentar un disco tributo a la mítica banda cántabra, el cual cuenta con doce canciones interpretadas por doce bandas de la provincia que grabaron los temas más característicos acorde con sus estilos propios, y que, tras un año de espera, por fin vio la luz el sábado 27 de Agosto, en la Sala Heaven de Cacicedo de Camargo, Cantabria, bajo el título de ‘Kantabria Resiste’.
El concierto de presentación contó con la presencia de seis de los grupos colaboradores, que en tan sólo media hora, rugieron con parte de su set list habitual y su particular tributo. La noche la abrieron los Funky Station, la gran sorpresa de la noche, puesto que destacaban por practicar una música distinta al resto, y que a base de funky ayudaron a entrar en ese ‘Momento de pensar’ con melodías pegadizas, que derivaron en temas divertidos de la mano de los punkis Ekos del Ebrio. Y si bien estos versionaron ‘Siempre respuestas’, fue más que evidente que las obtuvieron cuando, al abrir el festival a grito de ‘¿quién vive en una piña debajo del mar?’, la sala entera gritaba ‘Bob Esponja’, levantando la cerveza. Los ya veteranos Kaskarriak no defraudaron, siguieron en su línea: conciertos rápidos, movidos, donde la gente no para ni un momento y deseando alcanzar el micrófono para cantar a ritmo de ‘Disturbios’ y ‘Revuelta’, porque da igual si es propia o versión: el mensaje llega a ritmo de punk y ska. Y antes de la actuación central, ARDEN dio la nota discordante en el evento: un hardcore rápido y potente, con amplios registros vocales y musicales, moviendo a la gente al pogo de primera fila. A estos incombustibles personajes les tocó la labor de hacer suya ‘Terroristas’, y aunque pueda no parecerse a la original, no pierde su carácter.
Tras ellos, el momento cumbre de la vuelta a los escenarios de Klavos De Kristo, la mítica banda de hardcore punk del norte de la península, que llegó incluso a telonear a Parabellum o Ratos de Porao. Y aunque el evento era en su nombre, ni el batería ni el vocalista pudieron acudir a Cacicedo, tan sólo dieron la cara el bajista y el guitarrista, y el batería de CrissisChrist ayudó con el ritmo. Posiblemente no fuera su directo más brutal, pero las canciones seleccionadas fueron elegidas minuciosamente: pudimos escuchar temas clásicos como ‘Nazis’, o ‘Por qué?’, la cual nunca llegaron a grabar. No quisieron interpretar temas grabados por el resto de grupos, por no ensombrecer la labor de todos los artistas. Es imposible no destacar el momento en que sonó su tema archiconocido ‘Kantabria’, regrabado para ese cd tributo. Dos miembros de grupos políticos a favor de la provincia subieron al escenario portando banderas anarquistas y lábaros cántabros para ilustrar la letra. La sala no quería que acabara su actuación, y la falta de ensayo la suplieron repitiendo los temas ensayados para la ocasión.
Tras el punto álgido la noche no decayó, Insurrectos consiguió mantener a la gente pegada al escenario con sus melodías rápidas y francas, y aunque se echaron de menos canciones con las que alcanzaron la fama en la tierra cántabra, sus ‘Aires de libertad’ nos confirman su madurez en el escenario. La sala cerró con Método Vasili, que no vieron recompensada su actuación con el número de gente que consiguió aguantar, para gritar a grito de ‘Anarquía’ que la escena musical del norte de España no está muda, que se reinventa y la lucha está en la calle, en manos de músicos y de espectadores. El baluarte de la protesta y la reivindicación sincera.
Texto | María Luisa Pérez
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