La crisis económica no va a terminar con ningún cambio de Gobierno si no cambia el sistema de raíz. Nuestra situación económica va a continuar mientras que los que más tienen no vean peligrar su poder, sus beneficios.La juventud cántabra está llamada a desempeñar un papel en la resistencia a los recortes sociales, en la defensa de nuestros derechos básicos, de nuestras vidas. Desde Regüelta llamamos a la desobediencia, a organizarse al margen de las instituciones que nos están arruinando, que manejan despóticamente nuestro futuro. El Estado recorta en lo más básico, pero tiene dinero para el ejército, policías y cámaras, para tratar de evitar la respuesta de un pueblo que tiene más motivos para luchar que nunca.
Tenemos que atacar al poder desde fuera de sus garras, eludir su control, generar alternativas y espacios alejados de los que se nos ofrecen, no caer en engaños como el electoralismo y el colaboracionismo. No somos nosotras y nosotros quienes debemos apretarnos el cinturón: son ellos, y no se lo van a apretar solos.Ahora nos toca. Vamos a construir poder popular para plantarles cara, vamos a perder el miedo a salir a la calle, a quebrantar sus normas, a ser rebeldes. Porque solo una juventud y un pueblo rebeldes son capaces de afrontar esta situación. A lo único que podemos temer, es a lo que se nos viene encima si no hacemos nada. Esta es una llamada a hacer honor a nuestra historia, a nuestros principios, a quienes lucharon en el pasado, a estar a la altura de lo que nos está ocurriendo.
Regüelta, en Sanander a 14 de Diciembri de 2011La moderación está en sus manos, la revolución en las nuestras.
Vía: Muvición
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