“Durante
9 días y 9 noches, el alma de un joven cae como un yunque desde el
cielo, y atraviesa la tierra hasta su punto más profundo. Al
despertar, descubre horrorizado que su cuerpo quedó atrás en el
horrible incendio que le dio muerte.
El
cielo parece una cúpula de roca, y la tierra, un gran manto de
ceniza. Ante sí, una extensión de agua infinita, y a lo lejos, una
figura que se acerca navegando sobre los condenados que no
consiguieron llegar al otro lado. Es entonces cuando toma conciencia
de dónde está, y quién es el que sale a su encuentro.
Toda
alma tiene que pagar un precio por cruzar, pero esta vez, el barquero
no vacila y lo invita a subir. Tiene órdenes precisas: llevar al
joven ante su padre, el mismísimo dios que selló su destino, y
aguarda en lo más profundo del infierno”.
Hacía
bastante que no escribía reseñas, y qué mejor manera de volver a
hacerlo que presentándoos y recomendándoos el Khâron de Chaos Before
Gea. Tranquilos: a pesar de ser historiadora, no me voy a centrar en los temas que rodean al grupo y su obra, pero si os invito a sentaros,
con un buen trago de vuestra bebida favorita, a darle al play y a
viajar durante unos 40 minutos junto a los malagueños Chaos Before
Gea.
Grabado,
mezclado y masterizado en Wave Nation Studio (Ronda, España) por
Jose María Tornay.
Con
Erebo pudimos comprobar que Chaos Before Gea se inspira en la mitología
clásica (María, no des la chapa, shhh), fórmula que repiten con
esta segunda “parte”, Khâron, pero, considero, superando a su
primer trabajo.
Veamos,
capítulo a capítulo, qué encontramos en esta obra.
El disco abre con In Death, no te despistes: aunque empieza suave a ritmo de arpegios, no será la tónica de este cd, enseguida empieza la caña burra. Un tema melódico en donde la voz principal de Ismael entra fuerte demostrando lo que vale, con cambios bien compaginados: desde tonos más limpios a fuertes guturales, los cuales compartirán escenario con una apisonadora musical que hará que el tema vaya de menos a más, alcanzando un clímax que te anuncia lo que te espera ahora. Aquí ya podemos adelantar que las letras, melodías y voces no son las típicas que nos podemos encontrar en las listas de reproducción, sino que son MUY personales. La introducción de teclados ha sido una genial apuesta, que ayuda a ambientar mejor, si cabe, este trabajo.
In
death we miss the moments that when we're alive make us want to die.
Siguiente,
Moaning in Agony. Boom, directo. Enganchada al riff que se repite en
el tema que estoy, oiga. Lo mejorcito de este segundo corte es el
estribillo: un puñetazo directo a
tus oídos y una muestra de toda la capacidad técnica y la
compenetración de esta banda, con mayor crudeza y distorsión, sin
perder trazas progresivas. Destaco las sutiles melodías que suelen
aparecer en determinados momentos, que sin robar protagonismo a las
voces, no dejan de sorprender. Y el break en su momento justo
demostrando las raíces andaluzas (que para alguien como yo que se ha
formado en este estilo musical significa un guiño muy importante):
no es puramente explícito, pero eso nos indica más la formación de
estos músicos, capaz de evocar ese estilo con tonos y acordes bien
utilizados, escalas particulares y ritmos al uso. No pierdas ni un
momento la percusión de David, todo clavado, aportando potencia.
ABANDON
ALL HOPE WHO ENTER HERE!
Tercer
tema, el que da título al disco. Poco que decir a la batería y a
las cuerdas que van entrando al ritmo. Hoy reconozco que tengo un día
de mierda y me encuentro fatal, pero ha sido darle al play, y
automáticamente no poder parar de mover los pies al ritmo. Las voces
limpias me llevan totalmente a su Erebo, ¿no te recuerdan a ningún
tema de ese disco? Sube el volumen a partir del minuto 4, un
rompecuellos en directo, quizás no quiera tanto volver a verles,
jejej. Excelente la introducción de orquestación al final de la
canción... y la calma antes de The Voice.
Murderers,
suicidals, rapist and traitors of all kind are delivered to their
corresponding executioner.
Aquí
las cuerdas de Adrián y David son desgarradoras, y el bajo de
Damián, que tendrá un fuerte protagonismo, crearán las notas
claves para un mosh y headbang. La cadencia de la voz de Ismael en el
estribillo es uno de los puntos que harán más pegadiza a la
canción.
Balance
must be restores. Man has being designed to inhabit the earth.
El ecuador de este trabajo; sigue Time Stans Still. Atento a la voz narrada que inicia el tema, que de nuevo encuentro evocador a su Erebo, tanto que ciertas cadencias me llevan a varios de sus temas anteriores. Enseguida entraremos en una espiral musical excelentemente elaborada. Aquí el trabajo lírico es de lo mejor de este trabajo, la gran variedad de tonos y rangos son de matrícula. Minuto 3:30: abre bien los oídos y... déjate llevar.
I
realize that everybody lose his courage (even the bravest men).
A
New Mankind es la sexta, una canción con toques power sin dejar de
lado la brutalidad del death. Considero que es el tema apropiado para
captar nuevos seguidores o para atraer a aquellos más reacios al
género.
Nothing
will ever be the same...
Se
va acabando Khâron, pero aún nos quedan dos temas.
March Forth: verdaderamente comienza como tal. No he podido evitar prestar atención al trabajo de percusión en los platos, diferente, que pocos saben introducir a tiempo en la obra, como es el caso. A mi, a pesar de la temática, musicalmente me ha llevado a la música nórdica y germana que escucho normalmente (y ya sabéis de qué pie cojeo), ¿a ti qué te parece?
March Forth: verdaderamente comienza como tal. No he podido evitar prestar atención al trabajo de percusión en los platos, diferente, que pocos saben introducir a tiempo en la obra, como es el caso. A mi, a pesar de la temática, musicalmente me ha llevado a la música nórdica y germana que escucho normalmente (y ya sabéis de qué pie cojeo), ¿a ti qué te parece?
Neither
do we ask for mercy. We are just silent spectators.
Finalmente
llega Red Light, seguro que ya la conocéis. El mejor tema con el que
Chaos Before Gea podían terminar este trabajo. Cuando llegué al
00:45 de esta canción dije: “qué cabrones... QUÉ CABRONES”.
¿Que por qué? Ponte el volumen al máximo y disfruta como un enano
de lo que esta gente se ha sacado de la manga. Es que no os la puedo
describir, una máxima recomendación.
AS
BEAUTIFUL IT COULD BE / ALL THE PRIDE WE COULD FEEL
SOON TURNS INTO HORROR, SOON TURNS INTO HORROR
WE SHOULD HAVE NEVER USED OUR POWER TO CHANGE CREATION
AS CHAOS WOULD ALWAYS REESTABLISH THE EQUILIBRIUM
SOON TURNS INTO HORROR, SOON TURNS INTO HORROR
WE SHOULD HAVE NEVER USED OUR POWER TO CHANGE CREATION
AS CHAOS WOULD ALWAYS REESTABLISH THE EQUILIBRIUM
Con
Khâron estamos ante un disco que combina el death, lo progresivo y
lo melódico de una manera excepcional. Es evidente la capacidad técnica de
Chaos Before Gea, pero no te vas a encontrar tópicos o convenciones
propios del género: nada de partes, nada de acuerdos, cada canción
presenta combinaciones nuevas, no te vas a esperar nada; destruyen y
reconstruyen géneros para adaptarlos a su base, exprimiéndolo al
máximo para demostrar de qué están hechos y destacar. Y sobre
todo, esta mecánica es la que acompaña a los capítulos de esta
historia.
Un
grupo no es sólo capacidad técnica, es inteligencia. Y aquí está
MUY BIEN APROVECHADA.
Quiero
hacer una mención a Ismael, vocalista principal del grupo, y al
trabajo y esfuerzo volcado para alcanzar ese amplio registro vocal
que enseña en este disco; la encuentro mejor trabajada (¡si cabe!).
Eh, sin olvidar la excelente labor de los coros o voces de apoyo,
obviamente, que además de dicho apoyo (valga la redundancia),
otorgan más fuerza y ambientación.
Creo
más que acertada (y necesaria, si se me permite dejar la objetividad
de lado) la apuesta por los teclados, la orquestación y la
utilización de sound fx en esta composición, lo que aporta más
personalidad al grupo y que evita encasillar al grupo en uno u otro estilo.
Una
nota a destacar, los cambios de ritmo. Y en los momentos más suaves
o en un break, siempre hay melodías, pequeños riffs o compases, que
sin robar protagonismo a la potente voz, son una jodida delicia
musical. No te esperes nada, porque no acertarás. Ahora la batería
de David, luego las guitarras de Adrián y David que marcan los
cambios manteniendo la fuerza y potencia, el bajo de Damián no
pierde el paso y engrana todo el mecanismo, la orquestación de Jose
María que evoca, subraya y potencia las partes...
Los
instrumentos (incluyo la voz y coros) se van turnando el protagonismo
y compartiendo escenario, potenciando la idea conceptual que
presentan.
Y ya
no sólo en lo musical. El disco se presenta en una jewell case con un artwork obra de Alejandro
Olmedo Nieto (alex_olmedo.artstation.com) que es precioso. Con ese
aspecto oscuro, que tan bien refleja “de qué va” todo esto.
Además, el grupo presenta logo renovado, para mi acertado (aunque no
mentiré: echo de menos el estilo griego anterior), que le da fuerza
y lo acerca a los estilos que vemos habitualmente en las redes y
carteles, obra de Alberto S. Sánchez Cisneros (asscmotion.com).
Ya
he dicho que no quiero hablar de la historia, de qué nos están
contando (eso se lo dejamos a ellos, atentos a la entrevista que próximamente publicaremos para enteraros). Algo que enlazo a una manía mía: cógete las letras,
presta un poquitín de atención, y serás el protagonista de este
álbum. Os comento que las letras están en inglés,
y que quizás, en las partes más guturales, tendréis que prestadle
mucha más atención, porque costará un poco más entender con
claridad qué se dice en esas partes. Pero eh, sarna con gusto...
Todo
encaja como un mecanismo perfectamente engranado. Han conseguido
diferenciarse y ocupar el hueco que tanto se merecen dentro de la
escena, ya no andaluza, si no nacional (y seguramente, en poco tiempo, europea). Chaos Before Gea han creado
su propia seña de identidad, los hace diferentes, no suenan como
nadie y hará, auguro, que dentro de muy poquito despeguen (más).
Cuando
salió el disco yo estaba trabajando fuera de casa, y Mario tenía la
copia (por cierto, ante esto, gracias a Chaos Before Gea como a Blood
Fire Death, detalles así son a tener en cuenta)... Definitivamente,
la espera valió mucho la pena.
Después
de haberles visto en directo y con su Erebo (y de compartir palabras
con ellos, geniales personas que no dudaron en dedicarnos unos
minutos), tengo claro que el Khâron, por muy bien que suene en los
altavoces, no tendrá punto de comparación a escucharlo sobre un
escenario y disfrutarlo desde el foso.
Y
sin duda, este es uno de los discos del 2015... Miedo me da lo que
nos puedan presentar en su tercer trabajo...
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